agosto 25, 2011

Legados . . .

"Ningún hombre puede ser llamado educado, si no tiene una buena voluntad, un deseo y una capacidad entrenada para hacer su parte en el trabajo del mundo." - Robert Baden Powell

Pienso en esto tras tener una larga e intensa platica con una totem sobre el futuro de las cosas y pienso que he servido mucho en mi vida y quizás no enseñe nada después de todo, analizo lo cerca que estoy de observar la futilidad de mis últimos años que si bien sirvió para dar alegría a muchos, no fue suficiente para perpetuar el trabajo hecho y que todo lo que con honor se construyo... con impotencia se desplomara.

Podría ser soberbio al pensar que puedo ser piedra angular de mi grupo scout... pero no pasa por serlo o creerlo, pasa mas por saber que en este momento nadie puede dedicar el tiempo que yo he dedicado a mi grupo y a otros grupos en formacion aun estando en el mio. Que enseñe a muchachos para que fueran adultos de bien, adultos scouts. Y que ellos priorizarán sus vidas por sobre el servicio a las de otros, y que estará bien... pero quien seguirá los pasos para dar forma completa al proyecto que inicie seis años atrás?

Que paso con mi visión de que soy scout y el resto es secundario, de que mi felicidad yace en la sonrisa de los demás, de que el servicio hará grandioso este mundo y que puedo obrar sin esperar recompensa?

Acaso pude servir pero no pude despertar ese bicho en ninguno de los que estuvo a mi cargo?

Acaso mi rol no era este?

Tras conversar de estos temas y de como temen a veces decirme, no iré... no seguiré... pues conocen mi convicción, pienso... y reflexiono.

Debo ser Quijote y luchar contra el molino, pensando que ganare la batalla y no fracasara este proyecto? O debo ser Samurai y reconocer el buen combate cuando lo tengo en frente, y mas importante, reconocer aquel que no me traerá honor y ser responsable para llamar las cosas por su nombre.

El bushido nos enseña (lección que BP aprendió y transmitió a los scouts) que las batallas deben ser luchadas ganes o pierdas, pero deben ser luchadas con honor. No es valiente un capitán que arremete contra un batallon de artilleria con su espada y en su acto arrastra a su destacamento a la muerte, ni lo es aquel que por temor a la derrota corre por refugio antes del primer disparo.

Valiente es aquel que ha tomado las medidas necesarias para su victoria y arremete contra sus desafíos, pues aun si no logra el cometido actuó con honor.

Pero en este momento lo mas importante es tomar una desicion... pues cuando la tormenta llegue quiero tener mis velas prestas para el vendaval y que no me pille tratando de decidir si confío o no en el pronostico del tiempo.

Fco.